Las personas jóvenes experimentan una mejora en su salud mental cuando se perciben como adultas. Así lo determinó un estudio desarrollado en España y publicado en junio en el International Journal of Environmental Research and Public Health. Esta percepción está ligada a un mayor bienestar emocional y a una reducción de emociones negativas.

Anteriormente, la adultez se definía por cumplir con ciertos hitos tradicionales como completar los estudios, comenzar una carrera o formar una familia. Sin embargo, estudios recientes proponen que ser adulto está más relacionado con el desarrollo psicológico que con estos hitos socioculturales.

Los autores del estudio destacan que la adultez se manifiesta más en cómo nos percibimos.

Según el psicólogo Jeffrey Arnett, existe una etapa intermedia entre la adolescencia y la adultez llamada “emergente”, que abarca de los 18 a los 29 años. Durante este período, las personas exploran su identidad, enfrentan inestabilidad y desarrollan un enfoque en sí mismas. A partir de los 30 años, se inicia la adultez establecida, seguida de la mediana edad (46 a 59 años) y la adultez mayor (60 años en adelante).

Este es el factor clave que mejora la salud mental de los jóvenes

La investigación se realizó con 1.772 personas de edades entre los 16 y los 93, quienes completaron encuestas sobre su percepción de la adultez y su salud mental.

Bienestar

Los resultados mostraron que aquellos que se sentían adultos tenían niveles más altos de bienestar, especialmente en términos de optimismo y autoestima, y presentaban menos emociones negativas. Esto fue más notable entre personas de 30 a 59 años.

Una de las grandes conclusiones fue que las personas que creían haber alcanzado las características propias del adulto tenían una mayor estabilidad emocional. Además, estos individuos eran menos propensos a sufrir dificultades emocionales, como ansiedad o depresión.